Supondrá un negocio de casi de 112 millones de euros

Los ministros de Sanidad españoles han reconocido el fracaso que supone la existencia del aborto. Sin embargo, ¿por qué se mira para otro lado ante el fraude de ley que supone el supuesto de riesgo para la salud psicológica? ¿Por qué el Gobierno quiere eliminar los supuestos dando lugar al aborto libre? La respuesta tiene sonido de caja registradora y la principal beneficiada es la industria abortista. Lejos de una supuesta preocupación por los derechos de la mujer, que acaba siendo víctima, el sector espera duplicar sus ingresos anuales de aquí a 2015.

Para esa fecha, si la ley entra en vigor, los centros pasarán a repartirse 244.000 abortos anuales, según datos del Instituto de Política Familiar. Su presidente, Eduardo Hertfelder, estima que el negocio ingresará 112 millones de euros cada año.

En 2015 la actual ley del aborto cumplirá 30 años y celebrará su aniversario con un total acumulado de 2,6 millones de niños muertos. Hertfelder recuerda que esa cifra equivale a la población de comunidades como Castilla y León (2,5 millones de personas) o Galicia (2,7 millones de personas).