José María Ramírez Pomatta, presidente de la Mutua Madrileña del Automóvil, no para. Ni de comprar ni de vender. Ahora acaba de deshacerse de la antigua sede social de la entidad, en a madrileña calle almagro, por 120 millones de euros. El comprador es la familia andorrana Reig, ex tabaqueros, ex joyeros y ex propietarios de la antigua Banca Reig, que llegó a encabezar el ranking bancario del principado.

A los Reig les ha dado por los inmuebles, en concreto, por inmuebles españoles. Hace tres años compraron la sede del SCH en Barcelona y, al parecer, el proceso no ha hecho más que empezar. Eso sí, con esta venta, Pomatta ha dejado claro quién manda en la Mutua. La oferta de los Reig llegó a la mesa del consejo y anuló el resto de las opciones, algo que no agradó a algunos de los vocales.