Sr. Director:

Una asociación, en su página web nomassilencio.com, ayuda a las mujeres que han abortado, a librarse del sentimiento de culpa  ligado al síndrome post-aborto. Sorprende la facilidad con la que las Administraciones aconsejan y promueven esta práctica, sabiendo que la mayoría de las abortantes sufrirán alteraciones psiquiátricas graves y permanentes, depresión, intento de suicidio, separación de pareja, maltrato a los otros hijos, pérdida de autoestima etc.

Se olvida que la mujer es la víctima que queda viva tras un aborto -a diferencia de su hijo- y, abandonada a su suerte, no le queda más que engrosar las frías estadísticas.

Eva Nordbeck