Sr. Director:

La televisión pública danesa ha emitido un documental realizado en parte con cámara oculta sobre la realización de abortos ilegales en España. En la grabación se demuestra que el grupo CBM de Barcelona acaba con la vida de bebés casi a término.

Escalofriante la falta de escrúpulos del director de la clínica, Carlos Morín, cuando planifica matar a un niño de 32 semanas inyectándole digoxina para provocarle un paro cardíaco. Afirma sin despeinarse que es totalmente seguro, ningún problema. ¡Para él, claro! Y para su bolsillo. Ya que dice ser médico, sabe que la víctima morirá de una forma cruel y dolorosa.

Responsable fue Aznar cuando abrió la veda a estas muertes silenciosas, cotidianas: 1 niño cada 6,6 minutos, hasta un total de 80 mil al año. Zapatero también es responsable de esta ley, y de sus excesos. Porque el señor Morín no es más que la caricatura de nuestras leyes y nuestro orden social. Un orden que resuelve los problemas eliminando al que los padece. Si hay hambre, acabemos con los hambrientos, si vienen a buscar trabajo, los echamos como si fueran la peste. Así en España estamos exterminando a los niños con síndrome de Down (son abortados el 70%). Y de esto son víctimas también las madres.

A los que ya han pasado por las manos de Morín y otros colegas, ya no podemos salvarlos. Pero impidamos que se sigan enriqueciendo con tan sangriento negocio.

Óscar Quintela y Pilar Gómez-Ulla

oquintela@gmail.com