• El primer mes del año no ha sido una excepción. La tasa escala al 13,78%, equivalente a 197.183 millones de euros.
  • La banca se está metiendo en un callejón sin salida al optar por provisionar y no dejar que fluya el crédito.
  • La situación que recuerda a la vivida en los años ochenta, en la que cayeron por el precipicio más de 50 bancos.
  • Un cambio metodológico hace caer levemente la tasa de mora (13,53%) tras incluir el préstamo a los Establecimientos Financieros de Crédito.

La morosidad bancaria sigue imparable, mes a mes, y da cuenta de ello puntualmente el Banco de España. Enero no ha sido una excepción y ha escalado hasta el 13,78%, lo que equivale a 197.183 millones de euros. Es, cómo no, un nuevo récord histórico (cerró el año en el 13,6%). Por sabido que sea, no está de más recordar lo que eso supone: que casi con toda probabilidad más de 197.000 millones de euros no se van a recuperar jamás.

Detrás de estos datos devastadores, que acercan progresivamente la tasa de morosidad al temido 15%, están los efectos de las nuevas normas sobre financiación. Los bancos se ven obligados a reclasificar como problemáticos muchos créditos que antes de consideraban normales.

Es panorama pinta bastante gris, tirando a negro. Es necesario que el crédito vuelva a fluir hacia las familias y las pymes, lo cual parece bastante poco probable cuando no utópico. Pero si no es así, la recuperación tardará en llegar.

La pescadilla que se muerde la cola es la siguiente: los bancos no prestan porque no se fían de que les devuelva el dinero (no quieren asumir riesgos innecesarios, excusándose en su delicado estado de salud. Obviamente, no es la solución. Sin préstamos, la economía no crece, y si no crece los riesgos para dar un crédito son mayores. Los bancos optan por provisionar -para salvar sus balances-, pero, caramba, para ganar más hay que conceder más créditos y, sólo así, con mayor beneficio, pueden consolidar y mejorar los balances.

La banca, en fin, se está metiendo en un callejón sin salida, que recuerda a la situación de los años ochenta, en la que cayeron por el precipicio más de 50 bancos. Hay razones para pensar que la situación se puede repetir en forma de crisis bancaria.

Este nuevo récord de morosidad en enero se produce sin incluir el cambio metodológico en la clasificación de los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), que han dejado de ser considerados dentro de la categoría de entidades de crédito. Esta cifra permite realizar un seguimiento de la mora de "forma homogénea con su trayectoria pasada", según el organismo dirigido por Linde (en la imagen).

En su comunicado, el Banco de España aclara que, incluyendo los cambios metodológicos, la ratio de morosidad disminuye levemente hasta el 13,53%, puesto que el saldo de crédito se elevaría desde los 1,431 billones hasta los 1,457 billones, al incorporar por primera vez el crédito concedido por las entidades a los EFC.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com