Arco tiene nueva directora, Lourdes Fernández, candidata de Vocento y que ha sustituido a la famosa Rosina Gómez-Baeza. Fernández procede del Grupo editorial Vocento, siempre deseoso de mantener buenas relaciones con todo tipo de Gobierno, sea el central madrileño o el autonómico vasco. De hecho, Fernández dirigía la galería donostiarra DV, siglas del Diario Vasco, uno de los buques más importantes de la flota editorial de Vocento.

La feria Arco es el emblema del arte contemporáneo en España. Quien no esté en Arco ya puede retirarse, sea artista o galerista. Arco, como todos los certámenes que se celebran en el recinto ferial madrileño, dependen orgánicamente de Fermín Lucas, hermano del popular Juan José Lucas, y de Fernando Fernández Tapias, que aún permanece la frente de la Cámara de Comercio de Madrid.

Ahora bien, durante el verano de 2004 recaló en España Manifesta, uno de los grandes certámenes paneuropeos, precisamente organizado por Lourdes Fernández. El escándalo fue mayúsculo, porque la representación española se redujo al mínimo : un fotógrafo y una artista, por lo demás afincada en Londres. Galeristas y creadores se reunieron y consideraron que aquello había sido un desastre y que los responsables eran la propia Fernández y, naturalmente la ministra de Cultura de Zapatero, Carmen Calvo.

Incluso de esa protesta nació el Instituto de Arte Contemporáneo, compuesto por galeristas, autores, críticos, etc., descontentos con el desastre de la política cultural de doña Carmen, de lo que Manifesta constituía el máximo exponente o la gota que colmaba el vaso. Es cierto, para decirlo todo, que el Instituto se ha paniaguado a lo largo de los meses de gestación y puesta en marcha, porque en este negocio nadie puede vivir sin Arco y sin las subvenciones del Ministerio de Cultura.

Pues bien, a doña Carmen Calvo le encanta la cultura pero no la discrepancia, adora la diversidad, pero no las críticas. Así que ha firmado su gran ventana: colocar a Lourdes Fernández, la criticada, como nueve directora de ARCO. Y ya sabes: sino estás en Arco, no existes en el mercado español de arte contemporáneo.

A ver quién es el artista o galerista que se atreve a criticar ahora a doña Carmen Calvo. Bueno, salvo que se trate de críticas constructivas. A ser posible, extraordinariamente constructiva.