En Colonia se construye una mezquita. Cuando esté acabada será el segundo edificio religioso más grande de la ciudad.

El más imponente sigue siendo la catedral gótica.

En Alemania viven casi tres millones y medio de musulmanes. Disponen de 159 mezquitas, sin contar las numerosas salas de oración. Pero quieren duplicar el número de mezquitas en los próximos años.

Su edificación ha provocado una viva polémica. Algunos intelectuales y políticos quieren parar las obras, porque su edificación demuestra la progresiva islamización del país. El escritor Ralph Giordano resume bien el sentir de los críticos: la enseñanza impartida en las mezquitas va en contra de la integración.

En cambio, católicos y judíos defienden la legitimidad de la construcción de mezquitas en nombre de la libertad religiosa y de la integración de los inmigrantes.

Hans Joachim Meyer, presidente del comité central de los católicos alemanes, opina que los musulmanes tienen derecho a rezar en lugares de oración dignos. Stephan Kramer, secretario general del consejo central de los judíos de Alemania, cree que la integración de los inmigrantes saldrá reforzada y se evitará su instrumentalización por los radicales.  "La lucha contra los islamistas -dice- debe hacerse junto con los musulmanes en las mezquitas".

Clemente Ferrer Roselló

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