Imprescindibles las aclaraciones que el pasado domingo realizaba la agencia Zenit (Ayuda a Zenit para que sobreviva, please) sobre la pederastia clerical, con un repaso a los escándalos que más alto han cotizado en esta campaña hipócrita que sigue el método de las grandes mentiras: partir de hechos ciertos y deformarlos. La calumnia siempre está tan cerca de lo riguroso como lejos de la verdad.

Quiero decir, que Zenit y su creador, el periodista española Jesús Colina, como el autor, Marc Argemí, son más caritativos que yo, por lo que defienden al inocente, en ese caso al Papa y a la inmensa mayoría de las jerarquías, mientras que servidor, con mucha más mala leche arremete contra el calumniador. Ellos son mejores que yo.

En cualquier caso, lo que falta es algo tan simple como esto: toda la campaña contra la pedofilia de algunos clérigos, incluso obispos, no es más que un ataque del Nuevo Orden Mundial para conquistar la Iglesia por la vía de llevarla a los tribunales y declararla culpable con el único dogma que admite la nueva tiranía relativista: los fallos de los tribunales.

Eulogio López

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