Pero ha destacado el líder de CIU que la mala suerte del presidente Maragall viene como consecuencia de que ha perdido la confianza de los suyos, tras sus errores llegan a la conclusión de que Maragall es más un problema que una solución. Se ha dicho que yo coadyuvé al declive de Zapatero, pero eso no es así, y también lo ha reconocido Zapatero. Y añadía que ahora, tras el descrédito de Maragall, en estos dos años y medio no hay una preferencia política en el sentido de que Maragall o Montilla  sea más fácil uno que otro. Nos tengamos que enfrentar con quien sea, lo consideraremos un adversario de enjundia, sea Montilla u otro.

 

Para Mas, además, no hay ningún problema en que alguien que no haya nacido en Cataluña sea presidente de la Generalitat. No hay problema con Montilla en ese sentido, una parte de los catalanes no nacieron en Cataluña y vinieron del resto de España. Y a un candidato hay que juzgarle por sus capacidades, liderazgo, etc, nunca por su lugar de origen.