Basada en una exitosa novela homónima de Tatiana de Rosnay, La llave de Sarah  tiene como protagonista a Julia, una periodista estadounidense afincada en Francia a quien lo que parece, en un principio, un simple trabajo de investigación sobre una redada llevada cabo en París (en 1942) le cambiará su vida. Porque en el transcurso de sus pesquisas llegará a conocer el secreto de una niña, Sarah, la hija mayor de un matrimonio, que tomó la dolorosa decisión de esconder a su hermano y que sufrió, junto con otros 13.000 judíos, un dramático encierro en el velódromo de invierno de la capital gala

La llave de Sarah es un drama con suspense muy interesante porque nos descubre la parte más vergonzosa de la Historia de la Francia ocupada pocas veces vista en el cine: la de la mayoría que guardó silencio, la de los que miraron hacia otro lado y, por supuesto, la de los colaboracionistasTodo esto  narrado  a través de efectivos  flash-back (imágenes de vuelta atrás en el tiempo). Pero también merece la pena destacar la  subtrama  contemporánea, muy real, alrededor del embarazo de la periodista que no es aceptado por su esposo que le exige que aborte

Aparentemente estamos ante dos mujeres que viven en dos mundos opuestos: el caos de la guerra y la ocupación que sufre Sarah en contraposición con la acomodada vida que lleva Julia. Pero tienen en común que ambas se enfrentan a retos personales que marcarán su vida.

Precisamente para diferenciar esos tiempos distintos el director ha optado, con mucho acierto, por rodar de forma diferente. Así, todas las escenas de 1942 con cámara en mano y con objetivos cortos (para estar siempre cerca de los personajes y de la acción), mientras que la parte más actual está filmada con un enfoque más clásico con escasez de  primeros planos.

El director de la película, Giles Paquet-Brenner (de origen judío) ha explicado que luchó para llevar a la pantalla esta novela porque con La Llave de Sarah pretendía rendir un homenaje a los hombres de su  familia que  sufrieron esa época. Más aún, su abuelo era un músico judío alemán afincado en Francia que murió poco después de llegar a un campo de concentración.

Para: Los que les gusten los relatos basados en episodios históricos, en este caso, de la Segunda Guerra Mundial