La compañía líder mundial en venta de bebidas espirituosas ha emitido una acción publicitaria para sensibilizar a los adolescentes sobre la dilapidación responsable de caldos etílicos, bajo el eslogan: ¿Una noche para recordar? ¿O para olvidar?

 

La campaña publicitaria, de ámbito europeo, trata concienciar sobre las secuelas que origina el derroche inmoderado de bebidas etílicas.

La administración del Reino Unido conoce, muy bien, que los adolescentes ingleses tienen uno de los índices de embriaguez más subidos de Europa y ha iniciado medidas para luchar contra este enigma social. Se difundirán acciones promocionales a través de los diversos medios de comunicación.

El importe que la Seguridad Social anglosajona soporta, todos los años, por prestar cuidados a mortales embriagados se eleva a unos 2,5 millones de euros. Según aserciones del catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Duke (EEUU), los adolescentes que se emborrachan de manera periódica corren el riesgo de sufrir daños en el cerebro.

Por otra parte, la nación gala ha forzado a todas las escuelas a que, al terminar la mañana, tengan una clase sobre las bondades del vino, a raíz de la crisis vinícola. Se supone que al amante de la bebida alcohólica hay que adiestrarlo desde la más tierna, infancia orientando a los críos sobre los efectos beneficiosos del vino. Pero las agrupaciones contra la embriaguez piensan que son un atropello estas acciones cuando, anualmente, agonizan más de 45.000 galos por dolencias originadas por el derroche inmoderado de bebidas espirituosas. Sin embargo, los defensores aseguran que la ingesta moderada y periódica de vino es provechosa para la robustez y aminora en un 20% el peligro de sufrir carcinoma. Según los últimos informes, las secuelas que provoca la ingesta desmedida de bebidas etílicas son nefastas como la disminución de la masa encefálica que reduce las funciones cognitivas como planificar tareas o resolver problemas.

Finalmente, se ha de reconocer que las bebidas alcohólicas son el ataque más feroz que sufre la sociedad actual. Una agresión cuyas consecuencias alcanzan todos los estamentos pero del que son especialmente víctimas los adolescentes, nuestro caudal más valioso.

Clemente Ferrer

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