Sr. Director:
El borrador del proyecto de reforma de la ley de educación que ha presentado el ministro Wert, ha abierto dos frentes de oposición que auguran una dura batalla ideológica.

Por un lado el frente nacionalista catalán, que antes incluso de leer el texto, lo había rechazado frontalmente al considerar que ataca la política inmersión lingüística. Por otro la postura de laicismo del PSOE que ya ha sacado a relucir sus rancios "tics" anticlericales acusando falazmente al ministro de "entregar" la educación a la Iglesia católica así como a la empresa privada.

 

Ninguna de las dos posturas tiene nada que ver con la urgente necesidad de reformar un sistema educativo que hace aguas por todas partes y que ha situado a España en el último lugar de los países desarrollados.

 

Los dos frentes son una clara muestra de miedo a la libertad, bien con relación a que los ciudadanos puedan utilizar libremente una lengua o bien por la pérdida, por parte de la ideología, de influir en los futuros ciudadanos.

Jesús Domingo Martínez