Los impuestos se elevan hasta el 32% y las regalías se quedan en el 18%. La suma es peligrosa pero podríamos decir que la nueva ley de hidrocarburos grava la producción y venta de hidrocarburos aún más que la argentina. Los cocaleros de Evo Morales la consideran insuficiente, y prefieren nacionalizar la propiedad y la gestión. El Presidente Carlos Mesa ha cedido todo lo posible, las petroleras extranjeras entre ellas la española Repsol YPF, no aceptan la ley ahora aprobada, pero al menos se han evitado, temporalmente, las dos soluciones peores: la toma del poder por Evo Morales o que las petroleras financien una asonada militar Y pueden creerlo : ninguna de las dos posibilidades resulta especialmente óptima.