Sr. Director:

La ley de transexualidad aprobada en Andalucía, en su articulo primero al considerar buena la transensexualidad,  contradice los postulados científicos.
Pues la OMS, la APA y la DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) consideran la transexualidad como un trastorno.

Además, hay que tener en cuenta que, según algunos estudios del Journal of Sexual Medicine de 2008, en la mayoría de los casos (del 80 al 85%) de los que se produce en la prepubertad, desaparecen en la adolescencia, con lo cual aplicar cualquier tratamiento, a una edad temprana podría ser muy perjudicial.
En cuanto al tratamiento quirúrgico, la deontología  nos dice: "No se puede violar la integridad física de una persona para el tratamiento de un mal de origen psíquico o espiritual. En estas circunstancias no se presentan órganos enfermos o funcionando mal; así que su manipulación medico-quirúrgica es una alteración arbitraria de la integridad física de la persona. No es lícito sacrificar al todo, mutilándolo, modificándolo o extirpándole una parte que no se relaciona patológicamente con el todo".

Estamos ante conceptos que minan la base de la sociedad, se van a ocasionar graves daños, si se pone a práctica esta ley.

Me asusta y no entiendo la pasividad de una sociedad que cierra los ojos ante semejante amenaza.

Manuela Padilla