Siguiendo con la tónica habitual de los últimos años estamos ante otra producción que nos habla del crucial momento en el que uno de los hijos de una familia presenta a sus padres, y hermanos, a la persona con la que quiere compartir el resto de su vida. Pero una precisión,  aunque venden, publicitariamente, La joya de la familia como una comedia es un melodramón en el que encontrarán poco humor.

Dermot Mulroney encarna a Everett, el atractivo primogénito de una familia muy liberada, que lleva a su casa, durante las fiestas navideñas, a su prometida para que sus parientes la conozcan. La insegura y estirada novia (Sarah Jessica Parker) es mal recibida (para ser exactos, maleducadamente) por casi todos los miembros, en especial por la matriarca de la familia (Diane Keaton) Esto desembocará en una tensa situación que se complicará, aún más, cuando haga acto de presencia la encantadora hermana de la prometida (Claire Danes), porque las comparaciones son siempre odiosas.

El desarrollo de la película no acaba de decidirse a qué género juega, y aunque tiene interés el duelo interpretativo llevado a cabo por las dos actrices principales: la veterana Diane Keaton y la popular Sarah Jessica Parker, el resultado no acaba de llegar a buen puerto. Además, y en un alarde de los contenidos  políticamente correctos que se llevan tanto en el cine norteamericano como en el español, uno de los hijos de la familia es homosexual y forma con su pareja un modelo digno de imitar. No  es raro por ello que incluso les veamos a esta pareja, al final de la película, como padres adoptivos de una criatura

Para: Estamos todavía en Navidades y seguro que tienen pendientes muchos estrenos por contemplar: háganlo y pasen de este folletón