Un adjetivo: maravillosa define la película La Invención de Hugo, ese precioso cuento llevado al cine por el veterano Martin Scorsese. Una película que supone un espectáculo visual impresionante, casi mágico, gracias a un 3D que logra poesía en imágenes.

Corre el año 1931. Hugo Cabret es un pequeño huérfano que malvive solitario en la estación de Paris poniendo en hora los relojes. Escondido para no ser llevado a un orfelinato, tiene un único objetivo: arreglar un autómata humanoide estropeado que cree encierra el último mensaje que le dejó su difunto padre. Para ello roba, de vez en cuando, piezas al amargado juguetero de la estación. Hugo no imagina que sus destinos, de alguna forma, están entrelazados…

Pocas veces el cine en tres dimensiones ha logrado ser tan espectacular. De alguna forma, el veterano director Martin Scorsese ha logrado reinventar el esplendor de esta técnica, como si estuviese inspirado por la maestría de uno de los protagonistas de su película: el genio del cine mudo, George Meliès, del que se recrea, en La Invención de Hugo, parte de su biografía.

Con una puesta en escena que, en su cromatismo, recuerda a la maravillosa Amelie, La invención de Hugo es una adaptación fiel del best seller de Brian Selznick. Un relato literario, y ahora cinematográfico, que rinde homenaje a los pioneros del cine, gracias a una belleza formal seguramente más apreciada por los adultos que por los menores.

La explicación es sencilla: para disfrutar totalmente de esta película resulta necesario poseer cierta cultura porque hay referencias a clásicos del cine como al mencionado George Meliès pero también de la literatura universal, en especial de Charles Dickens. Al fondo de todo, la fragilidad del ser humano ante la ausencia del padre, un tema recurrente en el cine que pocas veces se ha mostrado en imágenes con tanta poesía.

Esta película irrepetible que algunos (no nosotros) achacan de poco emotiva parte como favorita a los Oscar con once nominaciones. Independientemente de lo que suceda la noche del domingo 26, La Invención de Hugo es una película que, si son cinéfilos, debe formar parte de su memoria porque es cine con mayúsculas.

Para: Los que les guste el cine y los cuentos maravillosos