Se está difundiendo una campaña publicitaria, emitida por Manos Unidas, bajo el eslogan "Campaña contra el hambre". "No hay justicia, sin igualdad".

También, la Fundación de la Santa Sede, "Ayuda a la Iglesia Necesitada", ha solicitado apoyo con el eslogan "Ayuda urgente a Mali". "La gente no tiene nada, necesita alimentos y medicinas de forma inmediata".

Un nuevo lema afirma que "el milagro de los panes y los peces se vive hoy en Bangladesh". "La Alegría de Creer". "Los católicos de Bangadesh, a pesar de la pobreza, viven su fe con alegría". Un nuevo eslogan afirma: "con los católicos del Magreb". "En Túnez los católicos son promotores de la revolución que da la verdadera libertad". "La revolución del amor".  

Por otra parte, el Papa Benedicto XVI se ha sumado a la campaña "One of us" -Uno de Nosotros-. Según comentó el Comité Ciudadanos ya han alcanzado más de 52.000 firmas en toda Europa. Este movimiento quiere alcanzar el juramento, por parte de la Unión Europea (UE), de no costear actividades que beneficien la matanza de embriones humanos, de modo especial en las esferas de la investigación y la cooperación al desarrollo.

La Iniciativa Ciudadana Europea se aferra, como fundamental prueba, "la sentencia Brüstlé" del 18 de octubre del pasado año del Tribunal de Estrasburgo, en la que rehusó las patentes científicas que exigen la desintegración, previa, de embriones humanos.

El Papa, después de rezar el Ángelus el pasado miércoles, aseveró que era preciso "invertir" en la vida y la familia, "también como respuesta eficaz a la actual crisis". Llamó la atención sobre la exigencia personal para crear "una cultura de la vida".

El acoso y la persecución de los católicos es continua violenta, en todo el mundo. Asia Bibi (en la imagen), madre de cinco hijos, arrestada desde el año 2009 en Pakistán y sentenciada a la pena capital por el delito de "blasfemia" por ser, simplemente, católica practicante.

También, la embajadora pakistaní en Estados Unidos, Sherry Rehman, será juzgada por el Tribunal Supremo de Pakistán, por el delito de "blasfemia" ya que ha defendido a Asia Bibi y ha criticado la "Ley sobre la Blasfemia".

Ahora, Rheman será llevada ante el tribunal y castigada, en base al artículo 295c del Código Penal, que condena con la muerte o cadena perpetua. La imprevista petición del supremo vuelve a poner al rojo vivo las antiguas heridas de esta tiránica ley que se añadió, al Código Penal de Pakistán, a lo largo de la tiranía del general Zia-ul-Haq, en la década de los años 70.

Los adalides de los derechos humanos califican esta ley de "injusta y discriminatoria" ya que, en numerosas ocasiones, se utiliza para hostigar a las minorías religiosas en el país.

Clemente Ferrer
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