El flash del IPC es todavía más optimista que las previsiones del Gobierno

Solbes calculaba que el IPC de noviembre se situaría en el 2,5%. Sin embargo, según el dato de IPC armonizado (el flash del INE para eurostat) lo sitúa una décima inferior, en el 2,4%. El dato de inflación es el más bajo desde que en agosto de 2007 se situara en el 2,2% y está claramente por debajo del 4,1% marcado en noviembre de 2007.
El dato de noviembre es especialmente relevante porque marca la cuantía de la paga extra de los pensionistas, es decir, la garantía de recuperación del poder adquisitivo. De confirmarse el próximo 12 de diciembre este dato de inflación (y no suele equivocarse), la paga extra se situará en los 624 millones de euros: 312 para compensar la desviación y otros 312 para consolidar la subida. Una cifra muy inferior a la abonada el año pasado.
Albricias y pan de Madagascar. Incluso según Solbes, la inflación bajará todavía más, al 2% en diciembre, mes tradicionalmente inflacionista por mor de la paga extra. Y bajando, porque Economía calcula que los precios se situará en el 1% en julio. ¿Buena noticia? En parte. Relajación de precios es igual a mejora del poder adquisitivo, menor presión sobre los salarios y mayor competitividad. Pero también hay que analizar la caída de los precios. En parte se debe a una rebaja en la cotización del crudo. Pero también a la depresión económica. Al desinflarse la demanda, los precios bajan. No se modera la inflación por unas reformas estructurales que impulsan la competencia. No se ha aplicado todavía la directiva Bolkestein, que por cierto quedará paniaguada. No. Los precios caen como consecuencia del ciclo bajista. Y esta es la cruz de la moneda.