Sr. Director:
La mayor privatización ejecutada por la Generalitat, de manos del consejero de Territorio, Santi Vila, puede acabar en un lamentable fiasco.

En 2012 se le dio la concesión a Acciona de Aguas Ter-Llobregat, sin embargo, el Tribunal Supremo ha revocado el contrato con los argumentos que ya expuso el organismo supervisor y que el consejero no tuvo en cuenta.

De ejecutarse la sentencia, la Generalitat deberá pagar una indemnización millonaria. La irresponsabilidad e ineficacia de Vila la pagaremos el conjunto de los catalanes. No sólo los amigos de Convergencia ni los independentistas, sino todos, también los dos tercios que no hemos manifestado desear la independencia.

Xus D Madrid