Sr. Director:

Hoy se oye una y otra vez lo mismo. Que España es diversa. Sólo un extranjero podría ignorar que la unidad política de España se forjó a lo largo de muchos siglos de guerra, la Reconquista (llamada así porque todas las tierras de la Península Ibérica habían sucumbido a la invasión árabe y fueron reconquistadas para la fe católica por el esfuerzo común de todos los reinos cristianos que se engendraron a partir de aquel mismo momento).

La unidad política aludida, consumada con el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón (los Reyes Católicos)y mantenida hasta nuestros días, jamás supuso uniformización lingüística del territorio (algo que podía haberse llegado a producir, dada la pujanza cultural de Castilla, si no hubiera existido respeto por parte de todos hacia todos). Pues bien, ese innegable respeto lingüístico es negado hoy por muchos españoles que dicen haber visto vulnerado su derecho a expresarse libremente en su lengua materna. Se afanan por buscar diferencias culturales (en las tradiciones, la música, el arte, la literatura...). Pretenden y consiguen en muchas ocasiones hacernos pensar que realmente España no es una nación, sino sólo un Estado (autoritario y malo) que ha aglutinado de forma arbitraria y a la fuerza a una serie de pueblos heterogéneos entre sí.

Sí, también se lleva mucho eso de los pueblos de España, sobre todo desde que nuestra Constitución (año 1978), en su preámbulo, dijera eso de proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.... Los únicos pueblos de España de los que los historiadores hablan (o hablaban, ya no sé) es de los pueblos primitivos, a saber, iberos, celtas y celtiberos. ¿Qué Historia se enseña ahora?.

Carlos Morata

carlos.morata@telefonica.net