Las conversaciones son más informales que reales La prensa catalana publica este miércoles las conversaciones existentes entre Caixa Catalunya, Caixa Manresa y Caixa Tarragona. En realidad se trata de conversaciones informales, casi charlas de salón. Porque ocurre que Manresa, además de no tener problemas especiales, es una caja privada. Y por cierto, ya se salió del anterior intento de fusionarlas con otras cajas catalanas pequeñas. Pero es que además, para fusionarse con cajas de iniciativa pública es necesario modificar la Ley de Cajas.

Pero es que además concurren las siguientes circunstancias. El actual director general de Caixa Catalunya fue director general de Caixa Manresa y dejó en su puesto a una persona de su confianza. A esto hay que sumar que el director general de Caixa Tarragona es un ex empleado de Caixa Catalunya. Es decir, todos se conocen y quedan a comer.

Por lo demás, como ya hemos informado, el Banco de España no exige fusiones sino ajustes. Es decir, recortes de plantilla y cierre de oficinas. Así que las fusiones son un medio, no un fin. Y habida cuenta de lo difícil que es mover las poltronas de las cajas, lo más probable es que las fusiones vayan mucho más lentas que los ajustes. Y desde luego la que ahora se encuentra en los mentideros está más que verde.