Una foto para pensar. Tomada en la población madrileña de Parla, el pasado fin de semana. Furgoneta con la leyenda: "Quiero que me rescaten como a Bankia. Que me nacionalicen a mí".

Eso es justamente lo que defiende Izquierda Unida: la nacionalización de la banca. Que es, con mucho, el sistema más caro para los ciudadanos. Los conservadores del Partido Popular, así como el PSOE de Rubalcaba, no piden la nacionalización. Bueno, en el caso del PSOE no está muy claro lo que pide pero, al menos lo que hizo con Zapatero -y Rubalcaba de vice- fue salvar bancos con dinero público. El PP continuó en esa línea aunque fue más exigente con las entidades -los dos decretos Guindos-.

Una postura liberal no habría optado por la nacionalización ni por el salvamento: habría dejado que quebraran los bancos quebrados, salvando los depósitos. En cuyo caso el coste de la crisis no la habrían pagado todos los contribuyentes -como ocurre con la nacionalización y con los rescates- sino los inversores, más o menos especuladores-. Es decir, aquéllos que, tras cubrir sus necesidades primarias, les queda liquidez para invertir: accionistas, preferentistas, suscriptores de deuda subordinada, etc.

Porque, visto lo visto, en cuanto una empresa, financiera o no, se vea en dificultades pedirá lo de la furgoneta de Parla: que le nacionalicen.

Eulogio López

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