El Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido, considera que lo regulado en el Estatut respecto a la fiscalía resulta acorde al principio de unidad de actuación que garantiza la interpretación unitaria en todo el territorio y la posibilidad de recurrir en casación. Soy partidario de mantener el criterio de la unidad de actuación, concluye.

Sin embargo, Conde Pumpido también es partidario de impulsar un ministerio público adaptado a nuestro sistema autonómico, con implicación de los fiscales en el derecho y la lengua propia. El Fiscal General también es partidario de que los fiscales regionales acudan a los Parlamentos autonómicos a rendir cuentas de manera similar a como él hace en el Parlamento nacional. O sea, autonomizar la Fiscalía.

Y es que, aunque Conde Pumpido señale que el principio de autoridad acaba en el Fiscal General, su nivel de subordinación al gobierno genera rubor. Y una cosa más: el Fiscal General se ha propuesto evitar la judicialización de la política y así se lo ha planteado tanto al presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como al líder de la oposición, Mariano Rajoy, y a la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

Lo ha hecho ha sido dar ordenes a los fiscales para que archiven de inmediato las denuncias presentadas por cualquier formación política. Que vayan ellos al juzgado, pero que no usen a los fiscales como carteros privilegiados, que no se vistan de los ropajes de la fiscalía. Alternativamente sería la misma Fiscalía quien abriría sus propias investigaciones, pero ya desligadas de las formuladas por los políticos. Los sitios donde más se ha producido la judicialización de la política, según Conde Pumpido son Madrid y Baleares.