"No encabezamos proyectos de cooperación internacional, pero sí que defendemos el cumplimiento de todos los derechos sexuales y reproductivos de todas las mujeres del mundo". Así responde la directora ejecutiva de la Federación de Planificación Familiar, María Vázquez, al requerimiento formulado desde la campaña promovida por HazteOir.org contra la "exportación" del aborto por parte de la AECI. 

Llama la atención que la Federación, con serios vínculos internacionales, filial de la rama europea y federada a la organización internacional, diga que no encabeza ningún proyecto internacional. Porque si existe algún proyecto internacional abortero, ese es el encabezado por la Federación de Planificación Familiar. 

La Federación también niega que sea un negocio. Y efectivamente, jurídicamente son una organización sin ánimo de lucro. Pero sorprendentemente recibe fondos de las clínicas abortistas. ¿Altruismo del negocio de la muerte? Completan su presupuesto con dinero público y participación de compañías privadas. ¿Para hacer qué? Para crear una campaña socio-cultural favorable al aborto libre y para redireccionar hacia las clínicas abortistas a las mujeres que les llegan pidiendo asesoramiento. Curiosamente, las que sostienen el chiringuito. Pero no son un negocio, no.