-Creo lo que la Iglesia enseña, ya que Cristo prometió su asistencia hasta el fin de los siglos.

-Creo lo que Jesucristo enseñó y probó con portentosos milagros y con su propia resurrección.

-Creo lo que se propagó por todo el mundo, sin armas, sin dinero, contra todas las filosofías, contra

las concupiscencias, contra muchas y feroces persecuciones.

-Creo lo que han sellado con su sangre innumerables mártires, iluminado con sus virtudes millones de Santos, explicado en sus libros incontables Sabios.

-Creo lo que Cristo dijo que durará hasta el fin del mundo, en medio de las persecuciones.

-Creo lo que no ha variado, ni mudado en 21 siglos (dogmas de fe).

-Creo lo que se confirma con todas las profecías del Antiguo y Nuevo Testamento.

-Creo lo que se ha confirmando en todos los siglos con grandes milagros.

-Creo lo que abrazan los incrédulos cuando se aproxima la hora de su muerte.

-Creo lo que al morir ningún creyente reniega.

-Creo lo que hace buenos a cuantos creen y practican.

-Creo lo que contiene una moral intachable.

-Creo lo que cuanto más se estudia, más sublime parece.

-Creo lo que da tranquilidad y paz a la conciencia.

-Creo lo que consuela al corazón en la vida y en la muerte.

-Creo lo que ha civilizado y humanizado tanto al mundo.

-Creo lo que sin comparación cree más gente en el mundo.

-Creo lo que cada día tiene más y mejores conversiones y seguidores.

-Creo en Jesucristo que dijo: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida" y "Sin mí nada podéis hacer".

-Creo aquí y ahora, antes que sea demasiado tarde.

Miguel Rivilla San Martín