Al parecer, la Virgen quiere gente recia, no "rostros contemplando estatuas"

Duras revelaciones de la Santísima Virgen María a la madrileña Marga. Quién dijo que la devoción a María es cosa de blandos. Ahí va esto: "Menudos rostros que contemplo mirando estatuas pero con los ojos de la mente volando a mil fantasías o tontas preocupaciones de hombres sin fe. Y todavía creerán que España es mariana".

Y más: "no quiero la 'falsa infancia espiritual' el aparentar sencillez y tener tontos criterios de fe inmadura y pesimista. La auténtica fe, el amor auténtico, se basa en sólidos pilares, reforzados al paso del tiempo con los trabajos y sudores de hombres maduros que, en su madurez, buscaron hacerse como niños, al confiar sobremanera en Dios, porque se han conocido a fondo a sí mismos y comprenden lo que son: nada".

La verdad, no se me ocurre nada que añadir.

Eulogio López

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