Sr. Director:

Últimamente todo el mundo se pregunta cómo pueden sobrevivir tantas televisiones del pastel de la publicidad, porqué se ha concedido una licencia de televisión analógica a La Sexta (cuando sólo van a alcanzar el 80% de cobertura como máximo), porqué La Sexta no dice que también emite en digital y gratis (TDT, así alcanzaría cobertura universal casi instantáneamente, porqué La Sexta se gasta una millonada en el Mundial de Fútbol, etc.

En realidad no es tan complicado. Si La Sexta dijera oye, que emitimos en digital, la gente que quiere ver el Mundial se compraría los receptores de televisión digital terrestre y a ver La Sexta. El problema es que además de ver La Sexta, verían los otros canales de TDT (NetTV, los nuevos de RTVE, los nuevos de Televisión de Cataluña, etc.), y la audiencia potencial de La Sexta se diluiría como un azucarillo. Malo para La Sexta.

En cambio, promoviendo la recepción analógica de La Sexta, se aseguran de ser el único canal nuevo que va a ver la población. Como hasta 2010 no será el apagón analógico, no es descabellado suponer que hasta verano de 2008 o incluso principios de 2009 la mayoría de los españoles no tendrá receptor de TDT. Ahora ya se ve claro, ¿no? Lo que La Sexta está intentando conseguir son dos años de ventaja respecto al resto de televisiones. La Sexta quiere llegar al apagón analógico con una clara ventaja en audiencia sobre el resto de canales de televisión digital terrestre, que llegarán prácticamente sin audiencia.

En resumen: el primer paso para conseguir un nivel de audiencia adecuado es presentarse como el único canal de TV nuevo hasta 2010.

Veamos ahora por qué invertir un dineral en el Mundial. La Sexta está dispuesta a cualquier cosa con tal de conseguir audiencia, y si para eso tiene que derrochar millones con el fútbol, pues a derrochar millones.

Mirándolo desde el punto de vista empresarial, tiene sentido. La Sexta necesita audiencia, que la gente la tenga en cuenta a la hora de mirar qué hacen en la tele (y que los anunciantes, a la hora de pagar publicidad). Para que la conozcan, hay que dar con una mina de oro de audiencia. Cuatro se ha encontrado, casi por casualidad, esa mina de oro (pero pequeñita) en la serie House: ¡hasta el gorro estamos de ver a House en todas partes!. La Sexta no tiene tiempo de hacer pruebas con este programa o con el otr el Mundial está ahí y el fútbol es audiencia asegurada, aunque suponga gastarse muchos millones.

Si La Sexta no da con una mina de oro de audiencia, será una TV sin audiencia, y eso lleva a pérdidas. Lo que ocurre es que se tiene un 15% de audiencia y pérdidas, se puede intentar solucionar la situación. Pero si se tiene un 2% de audiencia y pérdidas, entonces no hay nada que hacer, no hay manera de reconducir el asunto.

Los movimientos que está haciendo La Sexta tienen sentido si se miran en una estrategia a medio plazo. La inversión en el Mundial no tiene porqué dar beneficios en sí misma, es más una campaña de publicidad, un aquí estamos, somos La Sexta y emitimos. El peligro que corre La Sexta es que nos frían a fútbol a todas horas y la gente se crea que La Sexta es otra EuroSport u otra TeleDeporte.

Pau Garcia i Quiles

pgquiles@elpauer.org