Sr. Director:
El Gobierno aprobará una ley sobre muerte digna, según ha anunciado el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

 

Dice Don Alfredo que es una ley a la que "dan mucha importancia" ya que permitirá a cualquier ciudadano "tener el derecho a morir dignamente, que es tanto como decir morir sin dolor cuando la ciencia médica permite que así sea". Además, ha reconocido que "todo el mundo puede entender esta ley" porque "casi todo el mundo ha tenido alguna situación de la naturaleza que va a regular". También el portavoz del Gobierno ha explicado también que "se produce cuando alguien en el pasillo de un hospital recibe a un médico que le dice que un familiar, su madre, su hermano o su mujer, está muy mal, que se muere irremediablemente, y lo que es peor, nos tememos que lo va a pasar muy mal de aquí a que se muera, va a sufrir, y el familiar le dice al médico si no lo podemos evitarlo".

El Gobierno lo que debería es preocuparse de que los ciudadanos vivan dignamente. Porque el pueblo no ha pedido la eutanasia, ni ha pedido el aborto, ni ha pedido el matrimonio homosexual, ni ha pedido la Educación para la Ciudadanía, lo que si están pidiendo los cerca de cinco millones de parados es que se les ofrezca un puesto de trabajo, las listas de espera en la Sanidad que se les agilicen y a las familias se les ayude con una ley para la maternidad. Eso es lo que necesita y pide el pueblo. ¿Ha olvidado el señor Zapatero lo que nos prometía cuando estaba en la oposición? Me comprometo a gobernar para todos con humildad, los españoles quieren y merecen que se les escuche.

En los años que lleva en el poder ni ha gobernado con humildad, ni ha escuchado a la mayoría de los ciudadanos, así que procure recuperar la memoria, y recuerde lo que dijo un famoso médico: si tienes un dolor insoportable no pidas la eutanasia, pide que te cambien de medico. A mi entender pienso que usted y los suyos lo que quieren es acabar con aquellos que ya no producen y que sólo gastan.

Ana Carmen Trujillano