El diario económico Negocio, gratuito, se ha convertido en el líder de la prensa económica español -sin duda el periodismo más serio del país- aventajando a Expansión, Cinco Días, Gaceta o El Economista.

Sólo los pedantes -sí, bastantes en la City- mienten cuando aseguran que no leen esta pequeña joya, con la misma morbidez que Zapatero asegura no leer los confidenciales, como 20 años atrás sesudos caballeros aseguraban que sólo compraban Interviú por los indispensables artículos de Emilio Romero y el Hola para analizar la evolución de la Casa Real.

El periodismo económico español lleva treinta años caminando de generaciones en generación. En los años ochenta brillaron los especialistas en banca y en bolsa, simplemente porque había nacido el capitalismo popular, un movimiento egregio que convirtió a España en un país moderno y a miles de españoles de clase media convirtió en clase baja.

Luego vino el pool del kilowatio, los energéticos, quienes se llevaron al gato al agua, y cuando nos aproximábamos al cambio de siglo, los telecos.

Ahora bien, con el siglo XXI, consolidada la concentración empresarial y, sobre todo, la concentración editorial, un manto de censura cayó sobre el periodismo económico, una censura de la que sólo se libró Internet.

Pero todo proceso conlleva sus excepciones. El diario Negocio, económico gratuito, ha sido una excepción. Su director, Manuel López Torrent, ha conseguido realizar el periodismo económico más libre de España. El chico se atreve, con los poderes económicos, con los multimedia -el peor y más siniestro poder económico- y con la clase política que regula y supervisa a los preciados poderes pecuniarios.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com