La cultura de la muerte siempre emplea las misma técnicas, que pueden resumirse en dos: mentiras y silencio. Ahora toca el silencio. Por ejemplo, sobre las células madre como instrumento terapéutico. La verdad es que no es necesario matar embriones, es decir, seres humanos pequeñitos, para curar enfermedades y reconstruir tejidos. Cada vez, la ciencia muestra cómo es posible evitar la masacre de embriones a costa de utilizar células madre, totipotentes, no embrionarias. La agencia Zenit exponía el sábado muchos ejemplos (no dejen de leerlo aquí).

Es decir, que la ley de reforma de fecundación 'in vitro' testamento político de José María Aznar, sigue siendo una aberración, aberración que se está aplicando justamente ahora.

 

                                                                                 Eulogio López