Decíamos ayer que Manos Unidas se estaba despeñando por el proceloso abismo del eco-panteísmo.

Su entusiasta participación en la Cumbre de Copenhague ya resultó especialmente significativa. Ahora, la asociación de la Iglesia católica contra el hambre vuelve a mostrar un irrefrenable entusiasmo por la Cumbre de la ODM (Objetivos del Milenio). Los alabados OMD no son más que otro atentado contra la vida, bajo la excusa de los derechos reproductivos de la mujer, que significa eso que están ustedes pensando: aborto. Y como los hechos son tercos ahí va la excelente descripción que hace Noticias Globales sobre el fin último de la magna convocatoria. (Sí, ha sido el mismo foro donde nuestro inefable ZP ha hecho el ridículo con su discurso sobre el impuesto bancario del mundo mundial).

Eulogio López

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