• El fraude fiscal permanente del HSBC y la manipulación del Interbancario por parte de Barclays son el detonante de la nueva crisis bancaria, como lo fueron las subprime en 2007
  • Y mientras, España, la mejor banca de Europa –totalmente cierto, le puede pillar la segunda crisis antes de solucionar la primera.
  • La culpa de todo la tiene Basilea III, que provocó la crisis pero insiste en sus postulados.
  • Y naturalmente, la crisis financiera provocará una segunda recesión económica en Europa. El FMI ya ha alertado de ello.

La especulación financiera será el detonante de esta segunda e inminente nueva crisis bancaria, como lo fueron las subprime en agosto del 2007, hace hoy cinco años. Pero la clave está en la estupidez de Basilea, ese Fort Knox del capitalismo mundial virtual (el propio del siglo XXI) que es el Banco Internacional de pagos Basilea (BIS). Conste que no lo digo yo, o al menos no sólo. Lo dice el inefable Mervyn King (en la imagen), gobernador del Banco de Inglaterra, quien ya anuncia una nueva crisis bancaria después de haber salido en falso de la primera.

En resumen, se aproxima una nueva crisis bancaria. Es, también, el secreto a voces que corre por la banca española, especialmente entre los directivos de las grandes entidades. Vamos, que todavía no hemos salido de la de 2007 y ya se anuncia la siguiente. Esta vez puede que el epicentro no se sitúe en Wall Street sino en Londres. Por una parte, Barclays Bank y algún otro sinvergüenza, han manipulado el interbancario, es decir, el mercado donde los bancos se prestan dinero entre sí. Si se pierde la confianza en el Interbancario, el problema es que el interbancario seguirá cerrado. Lo cierto es que el escándalo está sobre el tapete y la City londinense, la segunda del mundo, bajo sospecha.

Y resulta que sólo hay un mercado financiero más importante que ese: el de los bancos centrales que les prestan a los bancos. Hasta ahora, ha habido dos modelos: el de la Reserva Federal norteamericana y el Banco de Inglaterra, partidarios de seguir viviendo en el océano de liquidez que nos sumergió en la crisis –Ben Bernanke en poco o nada se diferencia de Alan Greenspam- o el del Banco Central Europeo, más cicatero y que, por ello, ha provocado una recesión en Europa.

Ambos saben que la economías no pueden seguir dependiendo de los mercados y de la emisión de dinero, pero ninguno se atreve a cortar el grifo, porque la reducción del tamaño de los Estados- una de las claves- es mucho más lenta de lo inimaginable.

En cualquier caso, es Europa, más que Estados Unidos, la que sufre la recesión, por la sencilla razón de que el sector público europeo pesa mucho más que el norteamericano, y porque los europeos se niegan a reducir su Estado del Bienestar. El FMI ya ha advertido de ello.

Por otra parte, está el problema del HSBC, el banco más antipático de todos. Es el primero del mundo y está acusado de blanquear dinero negro. Como si no lo hubiese hecho siempre. El HSBC es especialista en paraísos fiscales y representa la peor cara de la banca (si tiene alguna cara buena). La entidad está siendo investigada en Estados Unidos y es protagonista del rumor creciente en los mercados financieros y en los parlamentos, rumor que habla de que ya es hora de poner coto al dinero negro o, si lo prefieren, que la economía occidental será inviable si no se pone a coto a los paraísos fiscales y demás circuitos de dinero negro o gris.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com