Como vivimos en la España de la irresponsabilidad -aquí nadie es responsable de nada- los suscriptores de preferentes o de deuda subordinada exigen que se les devuelva todo su dinero. ¿También los cupones cobrados

Pues no, los depósitos son sagrados, las inversiones libres. El depositante no exige una retribución fija, porque para él el depósito es un sistema de pagos electrónico, obligatorio por la bancarización de la sociedad. Y si no es eso, sino es un depósito de rentabilidad elevada, entonces es una inversión. Esto es especialmente cierto en los pequeños depósitos, en las domiciliaciones de nómina para hacer pagos, generalmente remunerada a tipo 0,1%. Pero la distinción entre cuentacorrentistas e inversores no deja por ello de ser nítida.

Pero un preferentista es un señor al que se le ofreció una rentabilidad imponente. Por tanto, debía asumir sus riesgos. Las inversiones a veces salen bien y a veces mal, pero si salen mal no hay que pedir que el Estado o el intermediario cubran tus pérdidas: asume tus responsabilidades.

Al final, como toda reivindicación falseada, la técnica consiste en que la excepción se convierta en norma. Es decir, ¿ha habido directores de sucursal que engañaron a inversores Sí, pero mucho menos de lo que se dice. Nos hemos convertido en especialistas en cultura de la cultura financiera. Sospechoso.

Sí, los preferentistas deben perder, lo que no quita, es cierto, que la CNMV del socialista Julio Segura, tenga su parte de responsabilidad. Como asegurábamos ayer, el socialista Segura -cuyo intelectual de cámara, por cierto, era el actual subgobernador del Banco de España y presidente del FROB, Fernando Restoy, entonces su vicepresidente en CNMV- desoyó los criterios de los técnicos de la institución en el sentido de que las preferentes debían destinarse a ser vendidas entre inversores institucionales -fondos- no entre particulares. No lo hicieron y ya ven lo que pasó. No, el PSOE es más culpable que el PP, mucho más, en el caso de las preferentes. Pero, en cualquier caso, hablamos de irresponsabilidad de los organismos reguladores, es decir, política.

Segundo caso de irresponsabilidad institucional, el juez canario Juan José Cobo Plana, que ha anulado una hipoteca por tipos usurarios en los impagos de una hipoteca. Y eso está muy bien. Su señoría advierte que ese tipo de interés de demora es abusivo porque supera el 16%, según doctrina del Supremo. También me parece bien. Lo que no me parece bien es que, por esa razón, anule el conjunto de la hipoteca en lugar de anular el interés. Vamos, que ahora los morosos se quedan con el piso alegremente. Si eso se generaliza va a ser muy bonita la segunda quiebra bancaria española. Es sentencia de una irresponsabilidad de grueso calibre. Judicial, en este caso. Dios nos libre del Gobierno de los jueces.

Lo que no quita que la opción del Partido Popular contra la dación en pago sea injusta. De todo lo que la peligrosa Plataforma de Afectados por la Hipoteca, de doña Ada Colau reclama sólo tiene razón en una cosa: en la dación en pago, eso sí, sin efecto retroactivo.

Aquí nadie es responsable de nada y eso implica que el que más grita, gana. Lo pagaremos muy caro.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com