De donde no hay no se puede sacar. Del Partido Popular en general y de González Pons  en particular se extrae más bien poca cosa.

Lean el comunicado que ha distribuido el Partido Popular sobre la mesa energética. Como siempre, Pons se queda en centro-reformismo. Asegura que hay que acabar con el carbono pero no ofrece alternativa alguna. El Zapatismo sí: el Gobierno español se ha apuntado y ofrece una solución al efecto invernadero: molinillos y energía solar. Es decir, una opción que no contribuye al calentón global pero que resulta carísima y de la que se aprovechan los millonarios.

El PP, sencillamente no ofrece ninguna. Tampoco ofrece la energía nuclear, que será la opción lógica de un partido que pretende ser liberal, por la sencilla razón de que la nuclear tampoco contribuye al calentón y, encima, es la energía de los pobres, la que abarata, no sólo la tarifa de la luz, sino todos los procesos industriales. La energía nuclear no sólo abarata la tarifa de la luz: lo abarata todo.

Es el signo del PP de Rajoy: algunos de sus diagnósticos son acertados pero no, siendo un partido acomplejado, nunca se atreve a proporcionar una terapia adecuada.

Eulogio López

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