Con todo, lo más grave es la crisis moral. Un dato, según la memoria de la CNMV sobre 2008, cuando ya se había declarado la crisis, la remuneración de los Consejos de Administración de las sociedades cotizadas creció un 5,1% ¿Cómo es posible, en el año negro del Bolsa? Pues lo es: el diario ABC lo ha explicado mejor que nadie.

Insisto, resisto y persisto: lo peor no es la crisis económica, sino la crisis moral. Crisis moral significa egoísmo, significa que a nadie le importa un pimiento el país, ni su profesión, ni su empresa. Si acaso su familia, y esto en cuanto prolongación de sí mismo. Así que la norma de comportamiento que rige en España, me temo que en todo Occidente, es la de toma el dinero y corre. Si hay crisis no importa, con tal de que yo esté resguardado. Y la justicia social se deja en manos del Gobierno, sin darse cuenta de que el Gobierno no tiene dinero: utiliza, para ganar votos, el dinero que le quita al ciudadano.

Crisis moral significa, también, mentir y luego decir que ha sido error de cálculo, como ha hecho Zapatero. No hay peor relativismo que ese: disfrazar las mentiras aviesas de equivocaciones y encima dárselas de humilde.

Así, ZP no va a animar a nadie a levantar el país, porque un español está convencido de que lo único que le preocupa es mantenerse en el cargo, como a Rajoy lo único que le preocupa es alcanzar ese cargo.

Si el PP quiere llegar al poder no sólo debe lanzar una política económica de contención del gasto público sino una política de defensa de los derechos fundamentales de la persona: vida, familia, salarios dignos, impuestos no abrasivos, vivienda al alcance de los jóvenes que quieren formar un hogar, etc. La economía no es psicología, como dice ZP, la economía es justicia, es decir, moral.

Porque el mayor problema del PP es este: que no tiene fuerza moral alguna, tampoco entre sus votantes, que en su gran mayoría le apoyan para librarse de ese desastre con patas llamado Zapatero.  

Eulogio López

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