Sr. Director:

Lo que a usted le causa tanta risa es teología católica, incluyendo a teólogos de la talla de Santo Tomás de Aquino. Hay circunstancias que agravan la comisión de un pecado, y el ejemplo de fornicar con una casada es perfectamente válido. Es más grave fornicar con una casada que con una soltera, porque se añade el pecado de adulterio al de fornicación. Igual que es más grave asesinar a un convento de monjas que ver una película porno (aunque ambos sean pecados graves). Otra cosa es que el cardenal Cottier se sitúe fuera de la doctrina de la Iglesia (léase Humanae Vitae de Pablo VI) con unas declaraciones muy desafortunadas aceptando la licitud del condón en algunos casos extremos. El que haya circunstancias que agravan los pecados no implica que sean lícitos los pecados que no incurren en esas circunstancias.

O sea, que el que sea más grave fornicar con una casada no implica que se pueda fornicar con una soltera. Y es doctrina de la Iglesia que "cualquier acto matrimonial (quilibet matrimonii usus) debe quedar abierto a la transmisión de la vida" (Humanae Vitae).

Por tanto, me quedo con la doctrina de Pablo VI antes que con la del cardenal Cottier o la de Martínez Camino.

Pedro Echanove

pedro.Echanove@tuxum.com