Sr. Director:

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña acaba de dar un merecido toque de atención a las Diputaciones de Lérida y Gerona por discriminar la lengua española. Ya era hora. En una sociedad bilingüe lo lógico sería que la administración pública también fuera bilingüe y respetuosa con las dos lenguas.

Pero en las oficinas públicas de Cataluña es casi imposible encontrar un solo impreso, un cartel o un folleto en la lengua que hablamos la mitad de los ciudadanos. Los políticos nacionalistas han convertido el catalán en la lengua no ya "preferente", sino única y exclusiva. Son esos mismos políticos que exigen en Madrid que se respete la pluralidad lingüística de España mientras en Cataluña nos imponen el monolingüismo más absoluto allí donde gobiernan.

Antonio Sanz (Lérida)