Nada más conocerse el accidente -parece que fue accidente, no atentado-, Francia envió a sus cazas para buscar el avión siniestrado y -que de cazabombarderos hablamos- para repeler a los islámicos si se trataba de un ataque. Además, enviaron un 'dron' de observación que finalmente encontró los restos. No sólo eso, prepararon un destacamento militar para trasladarse al lugar, dispuestos a recuperar los cadáveres y, además, repeler cualquier ataque de los fanáticos islámicos... a los que retuvieron en su intento de convertir Mali en una califato islámico.

España pinta poco en el mundo pero la culpa es, sobre todo, nuestra
Por contra, ¿Qué hizo España Crear un Gabinete de crisis presidido por la titular de Fomento, Ana Pastor. No sabemos cuál es su cometido pero, seguramente, hará temblar a las guerrillas islámicas dispuestas a derribar cualquier avión occidental o aprovechar, del modo más miserable, que una tormenta de arena haya dado con el avión en el suelo. Ojo, y eso que se trataba de un avión español donde han muerto seis españoles, la tripulación de la aeronave.

Es cierto que los franceses fueron quienes decidieron no entregar Mali a los islámicos y enviaron tropas. Pero tropas apoyadas por algunos soldados españoles -pocos- y, en cualquier caso, se trataba de un avión español.

España no pinta nada en el mundo, pero la parte gruesa de esa culpabilidad, de que no pintemos nada en el mundo la tenemos nosotros. Todos pero también la cobardía de nuestros dirigentes.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com