"No voy a consentir que arrastren por el fango a este país por una cruzada ideológica". Lo ha dicho el presidente norteamericano Barack Obama (en la imagen), ese prohombre de que su señora, Michelle, se enamoró, según propia confesión "por sus andares altivos". Y a fe mía que exhibe su altivez, y no sólo en los andares.  

Resulta que el señor presidente está en guerra con los republicanos y ha decidido ideologizar el asunto acusando a los presuntos ultras del partido del elefante, que acabarán por destrozar el país con su lamentable bloqueo.

Lo cierto es que los republicanos llevan años advirtiendo: no puede gastar usted más de lo que ingresa porque eso sí que nos llevará a la ruina. Pero a Obama le importa un pito, porque sabe que la gente poco informada, la mayoría de los ciudadanos, lo que quiere son recibir prestaciones públicas gratuitas, sin darse cuenta de que lo pagan con sus impuestos.

Obama aumenta el gasto -a beneficio de los pobres, por supuesto-, con ello gana votos y luego deja al sucesor una situación de ruina y, lo que es más importante, un país menos libre. Y ahora, cuando se llega a la parálisis del sector público, les acusa de quiebra al Estado y desprestigiar al país, mientras advierte a los empresarios y trabajadores que la culpa es de los republicanos, quienes se niegan a aumentar el techo de deuda. En definitiva, hago lo que me viene en gana y cuando las consecuencias de lo que hago se rebelen insalvables os acuso de habernos llevado al borde del abismo. ¡Hay que tener cara!

Pero la estafa de Obama no acaba ahí. También acusa a la oposición de ideologización, en otras palabras de que lo hacen para vengarse de su reforma sanitaria porque está el tea party'. Los republicanos, es cierto, se oponen a la reforma sanitaria porque les gusta más la sanidad privada que, sea o no partidario de la sanidad pública, supone una dejación de la responsabilidad individual... como toda prestación pública.

Pero también se oponen porque la reforma sanitaria incluye el aborto pagado con fondos  públicos, aportados por los ciudadanos que defienden la vida humana. Y a eso, el estafador Obama lo califica de ¿ideologización ¿No es ideológico cuando impone a los norteamericanos que paguen el aborto de los desaprensivos/desaprensivas ¿No podía haber defendido una reforma sanitaria hacia lo público sin introducir en ella la cobarde matanza de inocentes

El ideologizado y sectario es Barack Obama, que impone el infanticidio, so pretexto de reforma sanitaria. Y el chantajista es Obama, que exige a quienes no piensan como él que acaten sus decisiones como ya han hecho en el pasado.

Pero creo que en España nos están vendiendo otra cosa.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com