Sr. Director:
Hacia el 25 de marzo, Día internacional de la Vida, volverán las manifestaciones por el niño nonato, bien visible en las ecografías en 3-D y 4-D, en las que se percibe, además de la imagen, el movimiento, sonido y profundidad.

 

Este año, el lema de las Manifestaciones será Sí a la vida. En Madrid y en provincias, muchos se  alzarán, pacíficos, contra el aborto. La batalla por la vida no tiene retorno, como no lo tuvo la lucha contra la esclavitud. Como potente apisonadora, se abre paso aplastando  a la cruel e irracional cultura de muerte.

Un buen ejemplo de la preocupación de los abortistas ante estas manifestaciones, se evidencia en las palabras de la norteamericana y activista feminista radical France Kissling, aparecidas el 18 de febrero en el Washinton Post: el movimiento provida está ganando la batalla cultural, pues  sus argumentos son potentes y la estrategia pro-aborto se ha quedado anticuada e ineficaz.

La fuerza de la cultura de la vida no está tanto en la fuerza de los argumentos, cuanto en la razón y en el poder de la solidaridad. Las leyes pro-aborto no pueden anular la conciencia del valor sagrado e intangible de toda vida humana. Defender la vida es propio de gente solidaria.

Josefa Romo