Hasta el momento, el turismo lo salvaba todo. La balanza de pagos, el paro o el crecimiento del PIB. Era el motor de los motores porque sin turismo no se habrían construido muchas de las viviendas que impulsaron al sector inmobiliario. Pero la economía mundial se resiente tanto que quienes venían de vacaciones a España han optado por otros destinos o quizás por quedarse en casa. Por eso, en lo que va de año el turismo ha caído un 11,8%, según la Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (FRONTUR). Entre enero y mayo España recibió 18,3 millones de turistas.
De ellos, 4,6 millones procedían del Reino Unido, un 17,8% menos que en el mismo periodo del año anterior. En segundo lugar 3,2 millones de turistas alemanes, un 11,2% menos. Francia ocupa el tercer puesto, a pesar de que el número de sus turistas ha caído un 8,9% hasta 2,6 millones. Sólo aumentó el número de turistas procedentes de América, excluyendo a Estados Unidos, con un incremento del 9,2% hasta 554.806 turistas. Vista la evolución, a pesar de la llegada del verano, el sector no ve con optimismo el desarrollo de los meses de verano.
