En los últimos días, se ha "vendido" a la opinión pública una encuesta en la que se concluye que la crisis del Carmelo -o del 3% si lo prefieren- había dañado seriamente la imagen del consistorio barcelonés.

Sin embargo, no se hizo el cálculo del impacto electoral de la crisis. Y curiosamente es imperceptible. Probablemente, porque el problema ha dañado a todos por igual. Puede. Sin embargo, tampoco el PP ha sido capaz de aprovechar el río revuelto, a pesar de que Piqué vino a Madrid a acusar de mafiosos a convergentes y socialistas, y se vendió como el limpio entre los limpios. Del PP lo que se puede decir es que en Barcelona ha superado la crisis del 14-M.

No es mucho, aunque suponemos que para los populares quizás sea un consuelo.