Ignacio y Manuel, con el apoyo de Pancho Pérez, consideran que vender Cuatro, la SER e Iberoamericana es la única manera de superar la asfixia financiera

PRISA absorbe Sogecable sin tener vendida Digital . Vivendi y Telefónica, atentos a la deuda que asume la plataforma en la segregación.

Junta de Accionistas de PRISA, celebrada el viernes 5. Ignacio Polanco, su presidente, asegura que no está dispuesto a malvender activos. Puede que no esté dispuesto, pero lo tendrá que hacer. Es más, Pancho Pérez y los Polanco, sobre todo los hermanos Ignacio y Manuel, que cada día se encuentran  más alejados de Juan Luis Cebrián y también, atención, de su primo Javier Díez Polanco, han tomado una decisión: están dispuestos a venderlo todo excepto El País y Santillana, los orígenes del Grupo.

Sí, han entendido bien: vender, no sólo Digital y todos los activos iberoamericanos, sino Cuatro y la SER.

Así lo comunicaban a Hispanidad fuentes del propio Grupo que ha trabajado con Polanco padre desde hace muchos años. Los 6.000 millones de deuda y el fracaso de la venta de la plataforma Digital no permiten aplicar otro aforismo que aquel de a grandes males grandes remedios.

Además, hay nueva bronca entre los Polanco y Juan Luis Cebrián, consejero delegado de PRISA, al que acusan de haber ligado la Junta de Accionistas del viernes 5 con la venta de la plataforma de TV de pago, Digital . Porque lo cierto es que aún no hay acuerdo con el único postor que queda: la alianza Vivendi-Telefónica.

Hasta el mismo jueves se siguió negociando, pero PRISA -que ya ha bajado el precio desde 5.000 a 2.500- se niega a aceptar los 1.800 millones de euros que ofrece la alianza hispano-francesa. Total, que la Junta de Accionistas del viernes 5 sólo servirá para certificar la absorción de Sogecable por PRISA.

Y ojo, porque la reunión no es baladí: Vivendi y Telefónica quieren saber qué deuda se le imputa a Digital . Esto es, qué deuda tendrían que asumir si lo compran.

Sin embargo, inasequible al desaliento, Juan Luis Cebrián presumía en la Junta del viernes 5 de estar negociando con Vivendi y Telefónica -se encargó de repetir el nombre de la operadora- y de contar con otras ofertas: mentira.

Así que Ignacio y Manuel, apoyados por el socio eterno de Jesús Polanco, Pancho Pérez y, no lo olvidemos, por el viudo de Isabel Polanco, Alfonso López Casas, que siempre ha querido venderlo todo, están dispuestos a deshacerse de todos los activos hispanoamericanos, de Digital y, lo que es más importante, la SER y Cuatro. Por una razón: porque la cadena más escuchada de España, así como una canal en abierto que, además, no ha sido un completo fracaso y dispone de varios canales de TV digital, sí es vendible. Mucho más que la plataforma. No se confundan con el nombrameinto de Cebrián como máximo responsable de la Comisión Ejecutiva. Es muy propio de un hombre como Ignacio Polanco, que odia el día a día, pero lo cierto es que la tendencia actual de los Polanco es a convertirse en rentistas, mientras que Janli quiere seguir pilotando el barco.

El fundador del Imperio comenzó vendiendo libros en Santillana, un negocio que, en su versión libros de texto, no tiene por qué funcionar mal. Y junto a ello, su buque insignia, su gran influencia, El País. Ignacio Polanco todavía cree en el director, Javier Moreno, y este le ha prometido la cuadratura del círculo, lo que nadie ha conseguido: la transición de un periódico de papel a un diario digital, el paso del siglo XX al XXI. En resumen, que el Grupo mantendría su influencia a través de El País y de Santillana y superaría su asfixia financiera. La alternativa es volver atrás o desaparecer.

Y, de paso, los Polanco se inclinarán ante Zapatero, que ha exigido la cabeza de Juan Luis Cebrián. Si no consigue vender, y vender bien, Digital se la concederán con mucho gusto. Y, de postre, la del conseguidor Matías Cortés.

Eso sí, el ambiente entre los trabajadores de PRISA comienza a ser malo, algo que nunca había ocurrido. Hasta en la joya de la corona, el diario El País amenaza a la Dirección con movilizaciones. Por su interés, publicamos la siguiente información de Periodista Digital. Y es que la publicidad en prensa escrita cerrará el año con una caída del 35%.