El todopoderoso ministro de Industria y Telecomunicaciones, Comercio, Turismo y Energía, José Montilla, se ha pasado del sitio. Tras conseguir echar a Alfonso Cortina de Repsol YPF y a Carlos Bustelo de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, se le ha atragantado Antoni Serra Ramoneda, presidente de Caixa Catalunya que le acusa de su cese y su sustitución por el ex vicepresidente del Gobierno socialista, Narcís Serra.

Se decía que el intervencionismo del Gobierno Zapatero en las grandes empresas había logrado un imposible: que FG, presidente del BBVA encontrara amigos que le defendieran. Pues bien, el asalto a Caixa Catalunya y las críticas de Serra, que señala a Montilla con el dedo, resultan más llamativas desde el momento en que todo el mundo sabe la proclividad socialista de Serra Ramoneda, 20 años al frente de Caixa Catalunya, entidad de fundación pública, la tercera caja de ahorros de España.

A partir de aquí, al todopoderoso representante del lobby socializa catalán en el Gobierno Zapatero sólo le queda negar la evidencia: Es decir, sólo le queda el cinismo.