La conjunción perfecta se encuentra en Murcia, en concreto en la Capilla de Santiago, sita en la Plaza Cardenal Belluga (¡Pobre hombre, vaya nombre!). Allí el anterior obispo inauguró la adoración perpetua, es decir, la exposición permanente del Santísimo en la Custodia, algo que exige compañía perenne de algún adorador.

La Adoración perpetua, no confundir con la adoración nocturna, es costumbre. Nacida en Argentina a finales del pasado siglo -al menos de forma sistemática- y que cunde por los cinco continentes. Al parecer, hay gente convencida de que Dios no vino al mundo para ser encerrado en el sagrario. En Madrid, sólo contamos con una iglesia que ha puesto en marcha esta iniciativa.

Pero en Murcia, monseñor Juan Antonio Reig (fundador en Murcia, hoy obispo de Alcalá) no sólo puso en marcha la Adoración sino que lo unió a la otra gran iniciativa del siglo XX, la Divina Misericordia de Santa Faustina Kowalska, la mística más preclara del siglo XX. En efecto, en la misma capilla de Santiago, cerca de la custodia, figura un retrato de la Divina Misericordia, una devoción que asimismo, se ha extendido por los cinco continentes y ha dado sentido a millones de vidas.

Es la conjunción perfecta: la encontré en Murcia.

Eulogio López

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