• Esta vez, a cargo de la Conferencia Espiscopal y por expresa petición de Roma.
  • Enlaza en su página web 15 textos que abordan esta cuestión y la postura de la Iglesia al respecto.  
  • Los divorciados vueltos a casar no pueden comulgar, pero no por ello son separados de la Iglesia.
  • San Juan Pablo II: "Su estado y situación de vida contradicen objetivamente la unión de amor entre Cristo y la Iglesia, significada y actualizada en la Eucaristía".
  • Benedicto XVI señaló que se debe respetar el bien de la Iglesia y del sacramento, pero aacoger a las personas con este "problema particularmente doloroso".

El tema de los divorciados vueltos a casar y la postura de la Iglesia al respecto no es una cuestión baladí, sino una prueba de fuego, que se afrontará en el sínodo sobre la familia del 9 al 15 de octubre. Además esta cuestión no pierde actualidad, pues la Conferencia Episcopal española (CEE) ha enlazado en su página web nada más y nada menos que 15 textos importantes sobre la misma. Este argumentario supone otro varapalo a la polémica tesis que defendió el cardenal alemán Walter Kasper, quien en el Consistorio de febrero abrió la puerta a que se impartiera la comunión a aquellas personas casadas por la Iglesia, que se divorciaron y que se han vuelto a casar o conviven con una nueva pareja. 

Según ha señalado InfoCatólica, esta publicación responde a una idea que partió de Roma, en concreto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Algo que se puede comprobar en una carta, escrita por José María Gil Tamayo (en la imagen), secretario general de la CEE, a los obispos miembros de esta. En la cual refiere que el secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el arzobispo jesuita Luis Francisco Ladaria, solicitó difundir en español, textos o contenidos fundamentales de los documentos del Magisterio sobre este problema.

Por este motivo la Conferencia Episcopal española colocó a finales de abril en su página web un total de 15 textos que abordan esta cuestión. Además estos textos se convierten en buenos argumentos sobre la postura de la Iglesia: los divorciados y vueltos a casar no pueden acceder a los sacramentos. En el primero, homilía en la clausura de la V Asamblea del Sínodo de los Obispos, no hay lugar para las dudas: los divorciados vueltos a casar no pueden comulgar, pero no por ello son separados de la Iglesia.

El entonces pontífice y recientemente canonizado, San Juan Pablo II, refirió que "la praxis de la Iglesia de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados que, contra las normas establecidas, han contraído nuevo matrimonio, exhortan, al mismo tiempo, […] a ayudarles para que no se sientan separados de la Iglesia". Por ello, "pueden y deben participar en la vida de la Iglesia orando, escuchando la Palabra, asistiendo a la celebración eucarística de la comunidad y promoviendo la caridad y la justicia", añadió.

En el discurso a los participantes en la XIII Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para la Familia, el santo polaco refirió que, como escribió en la exhortación apostólica Familiaris consortio, "los divorciados vueltos a casar no pueden ser admitidos a la comunión eucarística", pues "su estado y situación de vida contradicen objetivamente la unión de amor entre Cristo y la Iglesia, significada y actualizada en la Eucaristía".

El sucesor de San Juan Pablo II al frente de la Iglesia y actual Papa emérito, Benedicto XVI, describió esta cuestión como "un problema particularmente doloroso" en un coloquio con sacerdotes de la diócesis de Aosta, pero insistió en que "por una parte está el bien de la comunidad y el bien del Sacramento, que debemos respetar; y, por otra, el sufrimiento de las personas, a las que debemos ayudar". En la charla con el clero de Albano, el pontífice alemán refirió que esta cuestión refleja que "en el momento del sí ante el Señor no entendieron lo que implica ese sí. Es unirse al sí de Cristo con nosotros".

En el pontificado del Papa Francisco la cuestión de los divorciados vueltos a casar no se ha olvidado y, como hemos comentado, se tratará en el sínodo sobre la familia del próximo mes de octubre. Al hilo de este asunto, el cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, refirió en un articulo en L'Osservatore Romano elpasado octubre la actitud pastoral que se debe tener con estas personas. "Los pastores y las comunidades cristianas están llamados a acoger abierta y cordialmente a los hombres en situaciones irregulares, a permanecer a su lado con empatía, procurando ayudarles, y dejándoles sentir el amor del Buen Pastor".

El pasado mes de febrero, con motivo de la reunión del Consejo Ordinario del Sínodo de los Obispos, Hispanidad publicó varios artículos sobre los divorciados vueltos a casar. En el primero se preguntaba ¿quién tiene misericordia de Dios Pues en Roma se habló de impartir la comunión a estas personas por misericordia, demasiado usado ya. En otro se aludió al rumbo hacia el sacrilegio canónico con respaldo oficial. Y en el último, se refirió el destrozo de la Eucaristía y el Matrimonio al mismo tiempo con un nuevo matrimonio canónico.

En este medio también se ha referido que el cristiano es discípulo, no crítico, y que se debe evitar la profanación de la Eucaristía. Así como al hecho de que no se debe confundir la misericordia con la tolerancia, pues el cardenal alemán Walter Kasper entreabrió un poco la puerta para conceder la comunión a los divorciados vueltos a casar pues señaló "quizá convenga una práctica canónica penitencial, un camino entre el rigorismo y la indulgencia". Al hilo de esto el cardenal Raymond Leo Burke, prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, afirmó en una entrevista que el texto de Kasper no fue bien recibido por todos los cardenales y que la enseñanza permanente de la Iglesia no puede alterarse.

Habrá que esperar al próximo mes de octubre para ver las conclusiones de la Iglesia sobre la familia, pero de momento la Conferencia Episcopal ya se ha pronunciado a favor de que no existan cambios al respecto de la cuestión de la comunión de los divorciados vueltos a casar y se apoya en nada más que en 15 textos.

Cristina Martín

cristina@hispanidad.com