La Asociación de Educación para la Salud (dependiente del Hospital San Carlos de la Comunidad de Madrid) financia junto a Cruz Roja Juventud, la Sociedad Española de Contracepción y la Federación de Planificación Familiar el autobús Sexo con seso que este noviembre recorrerá 12 ciudades españolas. Bajo el aparente fin de informar, el autobús promoverá la píldora anticonceptiva de Schering para evitar el pelo graso y el acné.

¡Basta con algunas imperfecciones para que resulte más difícil enfrentarse al mundo! Para algunas mujeres, los problemas persistentes de la piel disminuyen notablemente su calidad de vida. Y para empeorar todavía más las cosas, una piel de mala calidad, con tendencia a las manchas y los granos, suele ir acompañada de un pelo lacio y grasiento, señalan en www.sexoconseso.com

¿Solución? El empastillamiento colectivo, que además alivia los síntomas del síndrome premenstrual. Curiosamente, entre los enlaces recomendados aparece la empresa Schering, comprometida a mejorar la calidad de vida de la población femenina, según los promotores de esta campaña de información juvenil. La alemana Schering es la multinacional número uno del mundo en fabricación de abortivos químicos. Por supuesto, ese compromiso con las mujeres se realiza al módico precio de entre 5,6 (Diane) y 9,97 euros (Yasmín) al mes. ¿A qué está bien eso del compromiso?

Schering está tan comprometida con la población femenina que financia a la Sociedad Española de Contracepción y a la Federación Española de Planificación Familiar, que participan en este proyecto de anticoncepcionar a la juventud española. Agarra el mercado desde joven y podrás fidelizarlo de adulto. Y en esa estrategia comercial, colabora la Comunidad de Madrid. Ya saben, Esperanza Aguirre, siempre dispuesta a echar una mano en los proyectos de vertebración nacional.

Según el INE, en 1999 había 4.649.579 mujeres españolas que utilizaban la píldora anticonceptiva como método de control de la natalidad. Se trata de un 45,74% de las mujeres en edad fértil. Es decir, en términos mercantiles, todavía queda la mitad de la población femenina por empastillar. Las posibilidades del negocio podrían llegar a duplicarse. Claro que más espacio de crecimiento tiene la píldora del día después que en 1999 era consumida sólo por 95.685 mujeres, un 0,94% de la población fértil. Desde entonces el consumo se ha disparado gracias a la intervención pública de diversas administraciones que han optado por su reparto indiscriminado. La industria aplaude con las orejas porque la PDD es bastante más cara: 18,97 euros.

La comprometida Schering critica en su página web el mandato bíblico de creced y multiplicaos. La infertilidad era considerada como una maldición, mientras que la fertilidad representaba una bendición y era fervientemente fomentada, sin importar las condiciones en las cuales la humanidad se encontrara, apuntan estas hermanitas de Caridad. Según Schering, esta idea dominó durante muchos siglos: Mayor población se traducía en mayor prosperidad. Y así, hasta la llegada del salvador: Malthus, ese clérigo anglicano que anunciaba el fin de los tiempos por la saturación de personal.

Que Schering siga anclada a los posicionamientos malthusianos cuando la ciencia económica ha demostrado que el incremento de la productividad ha permitido alimentar a dos humanidades, resulta sorprendente. Pero que esta estupidez con fines mercantiles goce del apoyo de la Comunidad de Madrid resulta difícilmente explicable.

Por supuesto, el autobús de marras no informará sobre la fidelidad o la abstinencia como los mejores medios para prevenir el SIDA. Las campañas antitabaco de la Asociación de Educación para la Salud del Hospital San Carlos de la Comunidad de Madrid, sí inciden sin embargo en que los adolescentes no se inicien en el vicio malsano. ¿Coherencia?

En 1994 el Centro de Control de las Enfermedades Infecciosas de EEUU señaló que la regulación natural de la sexualidad y su disfrute responsable eran el mejor y único medio totalmente efectivo para erradicar el SIDA y prevenir los embarazos no deseados. Pero claro, la responsabilidad no da negocio a la industria anticonceptiva, así que el autobús prefiere jugar a la desinformación con el dinero del sufrido contribuyente madrileño.

Y así en el autobús 'sexoconsenso' se afirma que se desconocen los riesgos para la salud asociados a la píldora del día siguiente, cuando estudios científicos ya han alertado sobre los riesgos que el pelotazo hormonal puede tener sobre el ciclo femenino. Además, Glassier y colaboradores, en 2004, han demostrado que esta píldora abortiva no ha conseguido reducir los embarazos inesperados en el Reino Unido (Gasier A, Fairhurst K, Wyke S, et al. Advanced provision of emergency contracepction does not reduce abortion rates. Contraception 2004; 69: 361-366). A esto habría que añadir el muy posible incremento de enfermedades de transmisión sexual en las parejas consumidoras, ya que, como explica la Dra. Gádor Joya, de la Plataforma Hay Alternativas se crea una falsa sensación de seguridad con respecto a su contagio, y con el uso de esta píldora abortiva se incrementan las conductas sexuales de riesgo.

De hecho, desde que se ha puesto a la venta o a disposición de la juventud la píldora del día después abortiva de Schering, los abortos de los jóvenes no han hecho nada más que aumentar. Según los datos del Ministerio de Sanidad y Consumo, en 2.000, los abortos provocados por mujeres entre los 15 y los 19 años eran de 9.047. Esta cifra se eleva a 9.704 un año más tarde y a 10.385 en 2002. En 2003 -último año del que existen estadísticas oficiales- los abortos de adolescentes se elevan a 10.656. Los jóvenes tienen derecho a una información veraz.

Luis Losada Pescador