El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, apuesta por el aborto

 

Es lo que podemos deducir desde el lunes 5 de julio en que entró en vigor la ley. No sólo no se ha opuesto a acatar la ley como ha hecho el presidente Valcárcel de Murcia, sino que fomenta el aborto a través de la apertura de abortorios en la Comunidad. Dos nuevos desde que él es consejero: la Policlínica Retiro S.L., en calle Lope de Rueda 45, que tiene a todo el barrio del Retiro levantado en contra con la Plataforma Retiro por la Vida y otra nueva constituida en abril de este año, Sergine Médica S.L., en calle de Toledo, 135.

Dirán que es un centro de planificación familiar. Cierto, pero también un centro de abortos, según consta en las páginas amarillas.

¡Qué rapidez para conceder licencias para los abortos! En sólo tres meses ya están triturando bebés, cuando cualquier centro sanitario necesita seis meses para conseguir las licencias como mínimo. Los vecinos ya se han organizado en una plataforma vecinal. Si quier sumarse puede escribir a nomasabortosenmadrid@gmail.com.

Por otra parte el mismo lunes 5 de julio todos los médicos de familia de la Comunidad de Madrid han recibido unas órdenes de cómo tiene que ser el "circuito" de la mujer que plantee problemas con su embarazo. En éstas, los médicos solamente pueden comprobar el embarazo y derivar a la trabajadora social que será la que informe de los métodos de abortos, abortorios donde ir, así como la forma de conseguir que todos los madrileños se lo paguemos con nuestros impuestos. ¿Dónde se ha visto que una trabajadora social hable de aspiraciones, intervenciones quirúrgicas y cesáreas y le informe ella de esto a las mujeres? Los médicos de familia están indignados y piden que se informe de los riesgos y el síndrome postaborto antes de derivarles a abortar. Lo lógico.

Eso sí, el día 1 de abril de este año se aprobó la libre elección de médico dentro de la Comunidad de Madrid y los médicos de familia nos comunican que todavía no se ha puesto en marcha por falta de aplicación informática. Sin embargo, cuando se trata de abortorios, parece que todo son facilidades. Todos tienen el famoso "sobre cerrado" con 'licencia para matar'.