El denunciante, Antonio Panea, acusa al banquero de comprar 5,7 millones de acciones antes de la ampliación

La acusación es sencilla: el abogado Antonio Panea, que lleva el caso Aguas de Fuensanta -donde están acusados Jaime y Emilio Botín, además de los hermanos Rodrigo y Ramón Rto- acusa a Emilio Botín de haber comprado 5,7 millones de acciones del Santander dís antes de la mega-ampliación de 7.200 millones de euros. En otras palabras, que habría utilizado información confidencial para lucrarse (la mega-ampliación ha provocado un fuerte descenso de la cotización pero beneficia a los viejos accionistas).

La CNMV acepta a trámite la denuncia y abrirá un expediente, aunque especifica que Panea no podrá convertirse en parte. En cualquier caso, la CNMV siempre se ha mostrado muy indulgente con el Santander.