La medida ha molestado a muchos prejubilados a los que la entidad impide trabajar en otras empresas. Mientras tanto, su fondo de pensiones, 53 millones de euros en 2006, podrá seguir creciendo. La prensa guarda un escrupuloso silencio sobre el asunto. La entidad continúa viviendo a la espera de una OPA. Más que nadie, Manuel Jove

Es lo que dice Manuel Jove propietario de un 5% del BBVA que ni ha pedido entrar en el Consejo ni quiere hacerlo. Compró BBVA a la espera de una OPA que revalorizara su inversión y la OPA no llega.

Mientras tanto, el presidente Francisco González, puede pasar a la historia como la mayor fortuna conseguida a través de un cargo de asalariado. FG es, en verdad, el orgullo de las tecnoestructuras. En 2006 -y ya estamos terminando 2007- FG cobró 9,7 millones de euros, al tiempo que acumulaba 53 millones de euros en fondos de pensiones. Por el mismo precio, él, su consejero delegado José Ignacio Goirigolzarri, y el secretario del Consejo, José Maldonado, tenían, también un año atrás, un blindaje, a repartir, de 122 millones de euros. He aquí como don González y Jove se convierten en almas gemelas: ambos están esperando la OPA que les envíe a una dorada jubilación. Eso sí, FG no arriesga nada, Jove sí.

En este escenario, y en vísperas de la Navidad, como deben hacerse estas cosas, FG decide elevar la edad de jubilación del presidente de los 65 hasta los 70 años. Considerando que su fondo de pensiones ha aumentado a razón de 10 millones de euros en 5 años, en siete (cumplió 63 años) puede haber atesorado otros 70 millones, lo que rondaría los 125 millones de euros, que no está nada mal. Sobre todo, si consideramos un salario de 9,7 millones anuales más el precitado blindaje, que en su caso supera los 50 millones de euros. Todo ello, con cargo a los accionistas de BBVA.

En cada reunión de directivos, FG se empeña en recordar que el banco necesita una renovación constante, razón por la cual prejubila a todos los directivos. Ahora es difícil encontrar un ejecutivo de más 50 años, con la excepción del consejero delegado José Ignacio Goirigolzarri, que tiene 51, y con la del propio José Maldonado -55 primaveras-, claro está, mano derecha y responsable de los asuntos legales, no sólo del banco, sino del propio FG.

El cabreo entre la marea de prejubilados ha sido enorme, entre otras cosas porque FG ha impuesto en la entidad una durísima política de prejubilaciones. Por lo general, en el BBVA, al igual que en el Santander, ha habido manga ancha con los prejubilados, a los que sólo se le exigía no trabajar en la competencia directa del banco, pero FG ha cambiado mucho todo eso: prejubila de forma cuasi forzosa y luego impide al prejubilado recolocarse en otra empresa y aplicar su experiencia.

El golpe de mano de FG ha provocado un estruendoso silencio en la prensa española. Escasísimos han sido los rotativos económicos -todos ellos con suplemento de responsabilidad social corporativa- o de información general que le han dedicado espacio, y los que lo han hecho de forma mínima y sin análisis. No en vano FG es el banco español, más que el Santander, con mayor presupuesto publicitario y de patrocinios de toda España. Y, en pocas palabras, el que más editores tiene "a sueldo", el que recibe el mismo trato de favor de El País que de El Mundo.